Mente feliz, cuerpo saludable.

A todos nos ha pasado que cuando tenemos un mal día nos sentimos cansados, con migraña e incluso con síntomas de que estamos enfermos. Es totalmente normal, y es que, el estrés, la ansiedad, el enfado o la ira, cuando son crónicos, pueden hacer que la gente sea más propensa a determinadas enfermedades.

Estos sentimientos o reacciones, estimulan diferentes reacciones físicas que hacen  protegernos, defendernos o huir de aquello que las provocan.

A continuación, desde Fontdeblanc la marca de productos en Cosmetica natural, te proponemos una serie de medidas a tomar para evitar esos malestares y con el tiempo poder controlarlos y evitar así sentirte mal y disfrutar de tu día.

Buen humor: parece que no, pero con un simple gesto como el de una sonrisa o el auto-halagarnos son acciones positivas que ayudan a reconocernos en un estado de paz interior que favorece la comunicación con uno mismo y con los demás. Activa la voluntad de la persona por resolver cualquier situación, acompañada de una acción que ayude a dicha resolución y esto nos sirve para enfrentarnos a la enfermedad, liberan tensiones acumuladas, y mantener a ralla emociones negativas constantes a la vez que nos aleja de experiencias desagradables. Esta actitud positiva no es beneficiosa solo mentalmente, también lo es físicamente ya que ayuda a que el sistema inmunológico funcione correctamente.

Optimismo y felicidad: Las personas optimistas y felices presentan niveles más bajos de la llamada «hormona del estrés» que provoca la hipertensión, el acopio de grasa, principalmente, en el abdomen y disminuye las defensas, estas personas también tienen mejor salud que aquellas que viven con estrés o conductas pesimistas u hostiles.

Altruismo: Quienes sienten emociones positivas son más propensos a ayudar a los demás, lo que repercute en un aumento en la correspondencia de la persona ayudada.

Confianza: Una persona optimista tiene confianza en sí misma, se siente segura y ve la vida de forma positiva. No se olvida de que hay problemas, pero no se deja superar por ellos.

Hay que tener en cuenta que el optimismo o pesimismo es algo que se aprende, una persona no nace siendo fracasada o exitosa, sino que es algo que se cultiva y se extiende a las personas con las que estamos en contacto. Por eso, a aquellas personas que les cuesta ser positivas, tienen que pensar que con ello no sólo no disfrutan de su día a día sino que también pueden dañar a su salud, así como las relaciones en su entorno.

Así que hoy, a parte de recomendarte que tengas buenos hábitos alimenticios y hagas algo de deporte al día, también te animamos a que cada día al despertarte, te mires al espejo, te dediques una sonrisa y te digas algo bonito, no para auto-convencerte sino porque te lo mereces, ¡verás como ese día sólo te pasan cosas buenas!